Oriente va sufriendo -lentamente- un proceso de ¿occidentalización? que va quedando marcado por los pequeños detalles que quedan latentes en el día a día, en la vida cotidiana.
Es el resultado de la globalización y de la ley de la oferta y la demanda que no entiende de fronteras, y que sólo tiene como objetivo alcanzar todos los mercados posibles donde y como sea para generar los mayores beneficios.
En el año 2002 un empresario y político francés de origen tunecino ante la demanda de productos no alcohólicos en los países árabes (con un mercado cada vez más aperturista a la economía occidental) y como forma de plantar cara al imperialismo yanqui, lanzó al mercado un producto estrella dirigido al consumidor islámico: la Mecca-Cola.
El refresco, duro competidor oriental de la Coca-Cola, viene generando desde entonces unos ingresos de escándalo, y es a día de hoy objeto de estudio para los economistas debido a la rapidez con la que ha conseguido hacerse un sitio en el mercado y convertirse en producto esencial dentro del seno de la familia islámica.
Cinco años después, la empresa norteamericana Noorart Inc ha sacado al mercado una muñeca que a las pocas semanas de salida ha logrado a convertirse en éxito de ventas en países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia. Se trata de Razanne, una copia burda de la Barbie de toda la vida que a diferencia de esta luce un tono de piel más oscura, cabello y ojos castaños, velos y trajes a la usanza islámica y ¡hasta una alfombra para rezar!
Razanne tiene más de veinticuatro versiones distintas, aunque quizás la favorita de las niñas sea la Praying Razanne (Razanne oradora) que tiene como accesorios un traje especial para rezar, una alfombra (ya citada anteriormente) y una versión en miniatura del Corán. Otra de las mejor vendidas es la Razzane In and Out, que trata de demostrar en esta peculiar versión como es la vida de la mujer musulmana dentro y fuera de casa, combinando los trajes típicos y elementales de vestir cuando se sale de casa, con los que se pueden llevar dentro de ella (incluye modelitos fashion a la última).
Por curiosidad Razanne no es ni por asomo ni la primera ni la única en el mercado que haya sido creada especialmente para las niñítas de Alá. El año pasado sin ir más lejos apareció en Oriente Medio la muñeca Fulla, de la que se vendieron más de 1.500.000. Para entonces ya estaban en el mercado los primeros prototipos de Razanne y otra muñeca llamada Sara que pasó con más pena que gloria.
También la Mecca-Cola ya tenía una competidora cuando salió al mercado ya que una empresa iraní comercializaba la ZamZamCola, que a día de hoy ocupa el segundo puesto de ventas. Más tarde aparecería la Quibla Cola que ha enfocado sus ventas a un mercado más amplio llegando a considerarse la Mirinda de Oriente Medio.
Si estos productos han conseguido ventas mayores ha sido lógicamente para competir con otros que se consideran fuertemente occidentales. Pero lo cierto es que no se mira más allá de lo que puedan representar a primera vista. El que sólo se comercialice por estos países o esté indicado para ser vendido a familias musulmanas es sólo un enfoque estratégico que las empresas de publicidad y marketing prestan a las compañías. La Mecca-Cola tiene sede en Francia y no sería de extrañar que guardara sus ingresos en bancos de la vecina Suiza, por lo tanto los beneficios quedan fuera de tierras árabes. Con Razanne la historia vuelve a ser la misma. La beneficiosa muñeca de piel dorada se fabrica, empaqueta y distribuye directamente desde Michigan.
Pero Razanne no fue creada para competir directamente con la Barbie, sino para buscar un mercado fijo dentro de un entorno específico. Las niñas musulmanas nunca podrían sentirse identificadas con otras muñecas que no tuvieran las características de esta. Por eso es aquí donde se fundamenta primordialmente el éxito ejecutado por esta empresa.
Noorart Inc también podría haber vendido muñecas de plástico análogas a Barbie en EEUU, pero habrían tenido que cerrar en el primer mes de producción.
Entre tanto hay que considerar que es el enfoque que se de el que tiene la palabra en el mundo de los negocios, y si no que se lo pregunten a los publicistas de Dove.
Es el resultado de la globalización y de la ley de la oferta y la demanda que no entiende de fronteras, y que sólo tiene como objetivo alcanzar todos los mercados posibles donde y como sea para generar los mayores beneficios.
En el año 2002 un empresario y político francés de origen tunecino ante la demanda de productos no alcohólicos en los países árabes (con un mercado cada vez más aperturista a la economía occidental) y como forma de plantar cara al imperialismo yanqui, lanzó al mercado un producto estrella dirigido al consumidor islámico: la Mecca-Cola.
El refresco, duro competidor oriental de la Coca-Cola, viene generando desde entonces unos ingresos de escándalo, y es a día de hoy objeto de estudio para los economistas debido a la rapidez con la que ha conseguido hacerse un sitio en el mercado y convertirse en producto esencial dentro del seno de la familia islámica.
Cinco años después, la empresa norteamericana Noorart Inc ha sacado al mercado una muñeca que a las pocas semanas de salida ha logrado a convertirse en éxito de ventas en países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia. Se trata de Razanne, una copia burda de la Barbie de toda la vida que a diferencia de esta luce un tono de piel más oscura, cabello y ojos castaños, velos y trajes a la usanza islámica y ¡hasta una alfombra para rezar!
Razanne tiene más de veinticuatro versiones distintas, aunque quizás la favorita de las niñas sea la Praying Razanne (Razanne oradora) que tiene como accesorios un traje especial para rezar, una alfombra (ya citada anteriormente) y una versión en miniatura del Corán. Otra de las mejor vendidas es la Razzane In and Out, que trata de demostrar en esta peculiar versión como es la vida de la mujer musulmana dentro y fuera de casa, combinando los trajes típicos y elementales de vestir cuando se sale de casa, con los que se pueden llevar dentro de ella (incluye modelitos fashion a la última).
Por curiosidad Razanne no es ni por asomo ni la primera ni la única en el mercado que haya sido creada especialmente para las niñítas de Alá. El año pasado sin ir más lejos apareció en Oriente Medio la muñeca Fulla, de la que se vendieron más de 1.500.000. Para entonces ya estaban en el mercado los primeros prototipos de Razanne y otra muñeca llamada Sara que pasó con más pena que gloria.
También la Mecca-Cola ya tenía una competidora cuando salió al mercado ya que una empresa iraní comercializaba la ZamZamCola, que a día de hoy ocupa el segundo puesto de ventas. Más tarde aparecería la Quibla Cola que ha enfocado sus ventas a un mercado más amplio llegando a considerarse la Mirinda de Oriente Medio.
Si estos productos han conseguido ventas mayores ha sido lógicamente para competir con otros que se consideran fuertemente occidentales. Pero lo cierto es que no se mira más allá de lo que puedan representar a primera vista. El que sólo se comercialice por estos países o esté indicado para ser vendido a familias musulmanas es sólo un enfoque estratégico que las empresas de publicidad y marketing prestan a las compañías. La Mecca-Cola tiene sede en Francia y no sería de extrañar que guardara sus ingresos en bancos de la vecina Suiza, por lo tanto los beneficios quedan fuera de tierras árabes. Con Razanne la historia vuelve a ser la misma. La beneficiosa muñeca de piel dorada se fabrica, empaqueta y distribuye directamente desde Michigan.
Pero Razanne no fue creada para competir directamente con la Barbie, sino para buscar un mercado fijo dentro de un entorno específico. Las niñas musulmanas nunca podrían sentirse identificadas con otras muñecas que no tuvieran las características de esta. Por eso es aquí donde se fundamenta primordialmente el éxito ejecutado por esta empresa.
Noorart Inc también podría haber vendido muñecas de plástico análogas a Barbie en EEUU, pero habrían tenido que cerrar en el primer mes de producción.
Entre tanto hay que considerar que es el enfoque que se de el que tiene la palabra en el mundo de los negocios, y si no que se lo pregunten a los publicistas de Dove.
1 comentario:
Est� claro que esta especie de "barbie" le debe su �xito a que se identifica m�s con el mundo oriental, al igual que el caso de la Mecca Cola y todo lo que lleve un distintivo de su cultura.
PD: T�o, en la encuesta, �no consideras un tanto absurda la opci�n de que Ciudadano Kane est� de m�s?
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